Los mitos sobre la FIV pueden sonar más fuertes que los datos cuando empiezas a pensar en un tratamiento de fertilidad. Es normal sentir miedo, presión familiar y muchas dudas a la vez. En este artículo vamos a bajar el volumen del ruido y a quedarnos con lo que hoy explican los especialistas en reproducción asistida.
A lo largo del texto verás qué es realmente la fecundación in vitro, cuáles son las probabilidades de embarazo con FIV según la edad y qué riesgos se conocen. Además, revisaremos los mitos más repetidos y cómo hablar de ellos con tu pareja y con la clínica. El objetivo es sencillo: que llegues a la consulta con preguntas claras y menos sensación de culpa.
Este contenido es informativo y no sustituye nunca la valoración directa de un especialista en reproducción asistida. En el equipo editorial de Pizquita apostamos por decisiones compartidas, tomadas con calma y con la mejor información posible.
Índice del artículo
Qué es la FIV en palabras sencillas
La fecundación in vitro es una técnica que une óvulos y espermatozoides en el laboratorio para crear embriones. Después, uno o varios embriones se transfieren al útero para intentar lograr un embarazo. Dicho así suena muy técnico, pero en la práctica es un proceso con muchas citas, pruebas y decisiones pequeñas que se encadenan.
Normalmente hay varias fases claras: estudio de la pareja o de la persona, estimulación ovárica con hormonas, punción para recoger los óvulos, fecundación en el laboratorio, cultivo de los embriones y, por último, la transferencia al útero. Además, puede haber congelación de embriones o de óvulos para ciclos futuros. Todo eso se adapta a cada caso, porque no todas las historias de fertilidad son iguales.
Muchos de los mitos sobre la FIV nacen porque desde fuera solo se ve la parte del laboratorio y los resultados. Sin embargo, por dentro hay decisiones médicas finas sobre dosis, número de embriones, pruebas genéticas y tiempos de espera. Por eso es tan importante que la clínica explique bien cada paso y que tú te sientas con espacio para preguntar.
Qué debes saber: FIV no es un botón mágico, sino un conjunto de pasos médicos coordinados que buscan mejorar tus probabilidades, no prometer un resultado concreto.
Mito 1: la infertilidad es solo cosa de la mujer
Qué nos dicen los datos sobre la infertilidad masculina
Durante años se ha señalado casi siempre a la mujer cuando una pareja no consigue embarazo. Sin embargo, hoy sabemos que aproximadamente la mitad de los problemas de fertilidad tienen que ver con el factor masculino, el femenino o ambos a la vez. En muchos casos se mezclan pequeñas cosas en cada miembro de la pareja.
La calidad del semen puede verse afectada por número de espermatozoides, movilidad o forma. Además, influyen también hábitos de vida, enfermedades previas, medicamentos y edad. En España, los datos que recoge la Sociedad Española de Fertilidad recuerdan que el factor masculino está presente en un porcentaje importante de los casos atendidos en consulta.
En una entrevista reciente, una especialista en fertilidad recordaba que muchas parejas llegan con la idea de que “algo va mal en ella” cuando en realidad el semen también necesita estudio. Ese cambio de mirada no solo es médico, sino emocional, porque reparte la carga y evita culpas injustas.
| Creencia extendida | Lo que vemos en consulta |
|---|---|
| “Si no hay embarazo, el problema es suyo” | En muchos casos hay factores de fertilidad masculina y femenina a la vez |
| “Si el esperma es joven, todo va bien” | La calidad del semen también cambia con la edad y los hábitos |
| “Un espermiograma normal descarta problemas” | A veces el problema está en la unión óvulo–esperma o en el embrión |
| “La FIV se hace solo pensando en ella” | El tratamiento tiene en cuenta tanto el semen como los óvulos y el útero |
Cómo hablar en pareja de estos mitos sobre la FIV
Cuando aparece la palabra infertilidad, es fácil que salgan culpas, reproches o silencios largos. Por eso conviene recordar que la fertilidad es cosa de dos, incluso cuando una persona hace más pruebas o recibe más medicación. Hablar con tiempo, sin prisas, ayuda a que la FIV se viva como un proyecto compartido y no como una acusación.
Puede ser útil llegar a la consulta con algunas ideas ya habladas, como cuánto tiempo estáis dispuestos a intentar tratamientos, qué prioridades tenéis y qué límites económicos o emocionales veis. En el equipo editorial de Pizquita vemos que, cuando la pareja ha podido hablar en casa de estas cosas, las decisiones durante la FIV se toman con menos ansiedad.
Si quieres profundizar en cómo influye el paso del tiempo en el cuerpo femenino, puedes leer nuestro artículo sobre envejecimiento femenino y cambios en el cuerpo. Te dará contexto para entender mejor cómo va cambiando la fertilidad con los años.
Mito 2: con FIV siempre tendrás mellizos o trillizos
Por qué antes había más embarazos múltiples
El mito de “con FIV seguro que tendrás mellizos” viene de los primeros años de la reproducción asistida. Entonces se transferían varios embriones a la vez porque las técnicas eran menos precisas y se buscaba subir las probabilidades. Como resultado, había más embarazos gemelares e incluso de más fetos, con riesgos importantes para la madre y los bebés.
Hoy la situación es distinta, porque los laboratorios han mejorado mucho y se entiende mejor qué embriones tienen más opciones de implantarse. Además, las leyes y las guías clínicas recomiendan limitar el número de embriones transferidos. En la práctica, cada vez hay más clínicas que priorizan transferencias de un solo embrión en muchos casos.
El embarazo múltiple sigue existiendo, pero ya no es la norma en los tratamientos de FIV. Aun así, la decisión sobre cuántos embriones transferir debe tomarse contigo, explicando riesgos y beneficios, y teniendo en cuenta tu edad, tu historia médica y tus deseos reproductivos.
Cómo se decide hoy cuántos embriones transferir
Antes de la transferencia, el equipo médico valora la calidad de los embriones, la edad de la mujer, el estado del útero y los intentos previos. Con todo eso, proponen transferir uno o dos embriones en la mayoría de situaciones. A más embriones, más probabilidad de embarazo múltiple y, por tanto, más riesgo de complicaciones.
En general, cuando la edad es menor y la calidad embrionaria es buena, suele preferirse transferir un solo embrión. A edades más avanzadas, la estrategia puede cambiar, pero siempre se intenta equilibrar probabilidades con seguridad. Hablar abiertamente de tus miedos y expectativas ayuda a cerrar una decisión con la que te sientas cómoda.
Consejo rápido: pregunta siempre a tu clínica por qué recomiendan un número concreto de embriones y qué riesgo de embarazo múltiple estiman en tu caso.
Mito 3: la FIV garantiza el embarazo si insistes
Probabilidades reales de embarazo con FIV
Se escucha a menudo que “si haces suficientes ciclos, la FIV siempre acaba funcionando”. Sin embargo, la realidad es más matizada. La probabilidad de embarazo con FIV depende de muchos factores, como la edad, la causa de la infertilidad, la calidad de los embriones y la experiencia del centro.
En España, los registros muestran que la tasa de gestación por transferencia disminuye de forma clara a partir de los 40 años cuando se usan óvulos propios. Antes de esa edad, las probabilidades pueden rondar uno de cada tres intentos, aunque cada clínica y cada caso tienen cifras propias. Después de los 40, la tasa baja de manera importante si se siguen utilizando óvulos de la propia mujer.
Es verdad que acumular varios ciclos puede aumentar las opciones globales, porque cada intento suma una nueva oportunidad. Aun así, no existe un número mágico de ciclos que garantice el embarazo. Por eso es clave que el equipo te explique cómo ven tus probabilidades en cada etapa y qué cambios proponen si los intentos iniciales no van bien.
| Situación orientativa | Cómo entender la probabilidad |
|---|---|
| Mujer menor de 35 con óvulos propios | Probabilidad por ciclo moderada–alta, pero sin garantía de embarazo en un solo intento |
| Entre 35 y 39 años | Las tasas bajan algo y puede hacer falta más de un ciclo para lograr parto |
| A partir de los 40 años | La probabilidad de embarazo con FIV disminuye de forma clara con óvulos propios |
| Tratamiento con óvulos de donante | Las tasas suelen ser más altas porque se usan óvulos jóvenes y seleccionados |
Qué significa insistir sin caer en expectativas irreales
Insistir puede ser positivo si se hace con información clara y descansos cuando el cuerpo o la cabeza lo piden.
Una buena pregunta para la clínica es qué cambiarían en el siguiente ciclo y por qué. Otra es hasta qué punto tiene sentido seguir con óvulos propios o valorar otras alternativas, como la donación. De este modo, las decisiones se apoyan en datos y en valores personales, no solo en la sensación de que “hay que seguir porque sí”.
Mito 4: congelar óvulos asegura ser madre cuando quieras
Ventajas reales de congelar óvulos
La vitrificación de óvulos permite guardar óvulos de una edad concreta para usarlos más adelante. Así, una mujer puede decidir posponer la maternidad y reducir parte del impacto que tendrá el paso del tiempo en la calidad ovárica. Esta opción puede ser especialmente interesante cuando hay diagnósticos que pueden comprometer la reserva ovárica en el futuro.
Además, congelar óvulos puede aportar tranquilidad psicológica, porque da la sensación de tener un plan B preparado. Sin embargo, es importante entender que ese plan B no es una póliza de garantía. La probabilidad de embarazo con esos óvulos dependerá del número almacenado, de la calidad y del estado de salud cuando se usen.
Si quieres pensar también en cómo influye la edad a la hora de ser madre, puede interesarte nuestro contenido sobre maternidad tardía y longevidad. Ayuda a equilibrar expectativas sobre tiempos, salud y calidad de vida.
Límites que conviene tener claros antes de decidir
Congelar óvulos tiene también límites prácticos. No todos los óvulos congelados llegarán a convertirse en embriones viables y no todos los embriones llegarán a embarazo. Además, existe una edad máxima recomendada para usar técnicas de reproducción asistida, que en España suele situarse alrededor de los 50 años para la mujer.
Por eso es clave hablar de números concretos con la clínica: cuántos óvulos recomiendan congelar, qué probabilidades estiman en tu caso y qué plazos ven razonables. Así entenderás mejor las ventajas y los límites de congelar óvulos, sin la falsa sensación de tener una solución perfecta pase lo que pase.
Aviso importante: congelar óvulos mejora tus opciones futuras, pero no elimina el efecto de la edad ni garantiza que haya embarazo más adelante.

Mito 5: los bebés FIV son menos sanos
Qué muestran los estudios sobre la salud de los bebés FIV
Uno de los miedos habituales es que los bebés concebidos por fecundación in vitro tengan más problemas de salud que los concebidos de forma natural. La investigación disponible indica que, en general, estos niños crecen y se desarrollan de forma similar a los demás. Algunos riesgos aumentan ligeramente, pero se relacionan más con la edad de los padres y con el embarazo múltiple que con la técnica en sí.
Además, hoy se aplican controles estrictos sobre donantes de gametos y sobre los procesos de laboratorio. Aun así, como en cualquier embarazo, nunca existe riesgo cero. La clave está en que la clínica explique con transparencia qué riesgos se conocen y cómo los minimizan en tu caso concreto.
Los controles prenatales habituales, junto con el seguimiento en pediatría, permiten detectar y manejar posibles problemas de forma precoz. De esta manera, muchas familias viven la FIV como un camino más para llegar al mismo lugar: tener un hijo lo más sano posible en un entorno cuidado.
Factores que influyen más que la técnica de FIV
Más allá de la técnica, influyen mucho la edad, las enfermedades previas, el estado del útero y los hábitos de vida durante el embarazo. De hecho, cuidar alimentación, descanso, control del estrés y seguimiento médico tiene un peso enorme en la salud del bebé, se haya concebido con FIV o sin ella.
Por eso, cuando escuches historias sobre bebés supuestamente “más frágiles” por ser fruto de una FIV, pregúntate cuántos factores hay detrás. A menudo se mezclan la edad materna avanzada, posibles complicaciones médicas previas y, a veces, embarazos múltiples que ya de por sí añaden riesgos.
| Lo que suele preocupar | Qué puedes hacer tú |
|---|---|
| Riesgos de la fecundación in vitro para el bebé | Elegir clínicas con controles estrictos y pedir que expliquen cómo minimizan riesgos |
| Parto prematuro y bajo peso | Hablar de estrategia para evitar embarazos múltiples y seguir bien el embarazo |
| Antecedentes familiares de enfermedades genéticas | Comentar antecedentes en consulta y preguntar si procede estudio genético o consejo genético |
| Impacto de los fármacos de la FIV en el embarazo | Solicitar información escrita sobre medicación y posibles efectos secundarios |
Mito 6: después de los 40 la FIV ya no sirve
Probabilidad de embarazo con FIV a partir de los 40
Es verdad que la fertilidad femenina baja con la edad, y que a partir de los 40 años la probabilidad de embarazo con FIV desciende de forma clara cuando se usan óvulos propios. Sin embargo, eso no significa que la FIV “no sirva” a partir de esa edad, sino que las expectativas deben ajustarse y el plan debe ser muy personalizado.
Muchos equipos recomiendan valorar pronto cuántos intentos pueden tener sentido con óvulos propios y cuándo es razonable hablar de donación. Además, la reserva ovárica varía mucho entre mujeres de la misma edad. Por eso, en la consulta se miran marcadores como la hormona antimülleriana y el recuento de folículos antrales para afinar mejor las estimaciones.
Si te interesa el papel de la edad en otros aspectos de salud, puede ayudarte nuestro contenido sobre niebla mental en la menopausia y hierro bajo. Aunque trata otro tema, explica bien cómo los cambios hormonales van influyendo en distintas etapas de la vida.
Cuándo tiene sentido valorar óvulos de donante
La donación de óvulos suele plantearse cuando la reserva es muy baja, hay varios ciclos sin éxito usando óvulos propios o existen problemas genéticos que conviene evitar. Con óvulos de donante, la edad biológica de esos óvulos suele ser menor, por lo que las probabilidades de embarazo se acercan más a las de una mujer joven.
Decidir dar ese paso es delicado, porque implica asumir que la carga genética no será propia. Sin embargo, para algunas personas es la vía que encaja mejor con sus deseos de maternidad o paternidad. Aquí también ayuda revisar límites económicos, emocionales y de salud, para que la decisión no venga solo de la urgencia del reloj biológico.
Por qué importa: la edad no anula la FIV de golpe, pero obliga a revisar posibilidades reales, tiempos y alternativas como la donación de óvulos.
Preguntas clave sobre mitos sobre la FIV para tu clínica
Preguntas médicas para aclarar mitos sobre la FIV
En la primera consulta es fácil quedarse en blanco, porque el lenguaje técnico abruma. Por eso, llevar una lista breve de preguntas puede marcar la diferencia. Mejor todavía si las preguntas van directas a dudas sobre riesgos, probabilidades y límites del tratamiento.
Estas son algunas ideas de preguntas útiles para desmontar mitos sobre la FIV con tu equipo médico:
- Según mi edad y mi diagnóstico, ¿qué probabilidad orientativa tengo de embarazo por ciclo de FIV?
- ¿Cuántos ciclos consideran razonables antes de replantear la estrategia o valorar óvulos de donante?
- ¿Qué riesgo de embarazo múltiple ven en mi caso y qué plan tienen para reducirlo?
- ¿Qué seguimiento harían durante el embarazo para vigilar riesgos de la fecundación in vitro y de mi situación personal?
- Si la causa de la infertilidad incluye factores masculinos, ¿qué pruebas específicas proponen para él?
Preguntas prácticas sobre dinero, tiempo y apoyo emocional
Además de la parte médica, hay preguntas prácticas que conviene hacer desde el principio. De este modo puedes organizar agenda, economía y apoyo emocional con más realismo. No es solo una cuestión de hormonas y ecografías, sino también de cómo encajar el tratamiento en tu vida diaria.
Puedes preguntar, por ejemplo, cuántas visitas aproximadas tendrá cada ciclo, cuánto tiempo libre recomiendan después de la punción y de la transferencia y qué recursos ofrecen para acompañamiento psicológico. Algunas clínicas tienen grupos de apoyo o psicólogos especializados en fertilidad que pueden ser de gran ayuda para llevar mejor la espera.
Si quieres ideas generales para cuidar tu salud durante estos procesos, te puede venir bien nuestra guía práctica para vivir más sano. No habla de FIV en concreto, pero sí de hábitos diarios que suman a medio plazo.
Checklist de mitos sobre la FIV y decisiones informadas
Resumen de puntos clave para tu próxima consulta
Antes de iniciar un tratamiento, puede ayudar repasar una pequeña lista personal. No se trata de tener todas las respuestas, sino de identificar qué cosas quieres hablar sí o sí con el equipo médico. Así reduces la sensación de ir “a ciegas”.
| Aspecto a revisar | Pregunta para ti y tu clínica |
|---|---|
| Mitos sobre la FIV que aún te preocupan | ¿Cuáles quieres aclarar por escrito para quedarte más tranquilo? |
| Probabilidad de embarazo con FIV en tu caso | ¿Qué rango de probabilidad consideras asumible para seguir adelante? |
| Riesgos de la fecundación in vitro y del embarazo | ¿Qué riesgos te dan más miedo y cómo se pueden vigilar? |
| Límites personales de tiempo y dinero | ¿Hasta cuántos ciclos te ves dispuesto a intentar, de forma realista y emocionalmente? |
| Apoyo emocional disponible | ¿Con quién puedes contar para hablar y pedir ayuda si la FIV se complica? |
Cómo cuidar tu salud mientras valoras la FIV
Mientras decides si iniciar o no un tratamiento, merece la pena cuidar el cuerpo y la mente. Dormir mejor, moverte a diario, cuidar la alimentación y reducir tóxicos como el tabaco o el alcohol suman para tu salud general y para la fertilidad. Además, te ayudan a sentir que haces algo activo mientras llegan las pruebas y las citas.
También puede ser buen momento para revisar otras áreas de salud, como el hierro, la vitamina D o posibles intolerancias alimentarias. Si te interesa este enfoque amplio, puedes echar un vistazo a nuestro artículo sobre intolerancias alimentarias ocultas y qué hacer, donde hablamos de síntomas difusos que a veces se pasan por alto.
Truco práctico: lleva a la consulta una libreta con tus dudas ordenadas por mitos sobre la FIV, miedos y decisiones. Así te aseguras de que ninguna pregunta se queda sin respuesta.
En resumen, los mitos sobre la FIV mezclan recuerdos de las primeras técnicas, miedos culturales y experiencias personales muy distintas. Cuando los separas de los datos actuales, ves mejor qué probabilidades tienes, qué riesgos existen de verdad y qué decisiones están en tu mano. Siempre con la idea de que las decisiones sobre tratamientos de fertilidad se toman en consulta, de la mano de un equipo especialista en reproducción asistida.
Este artículo tiene carácter informativo y no sustituye en ningún caso el consejo personalizado de un especialista en reproducción asistida ni de otros profesionales sanitarios.

