Las ciudades del mundo están cambiando, caminamos hacia las ciudades exóticas . Los Campos Elíseos de París, una de las carreteras más atascadas del mundo, se convertirán en un jardín gigante. Barcelona ha cerrado sus barrios más antiguos a los coches. Y ahora Milán está en camino de convertirse en la primera ciudad de 15 minutos del mundo (sigue leyendo para descubrir lo que eso significa). Parece que la pandemia, para algunos, se convirtió en un momento para reimaginar cómo vemos el futuro de nuestras ciudades más antiguas.
¿Por qué? Bueno, hubo un pequeño éxodo fuera de nuestros espacios urbanos durante la pandemia. Fue la pausa en la migración la de las zonas rurales a las urbanas que ha tenido lugar durante décadas. Los que podían permitirse irse, se fueron. Para aquellos que se quedaron, los bloqueos y la restricción de movimientos arrojaron luz sobre los mayores defectos de la mayoría de las ciudades. Son cosas como las carreteras obstruidas, aire contaminado y escasez de espacios verdes y comunes.
Ahora, parece que la pausa ha inspirado a los planificadores urbanos del mundo a repensar cómo las ciudades de todo el mundo pueden evolucionar. Mutar para formar algo diferente, ciudades exóticas más amables con el ser humano. En esta bifurcación del camino, nuestras ciudades podrían cambiar de rumbo después de la pandemia.
La ciudad exótica pero amable está más cerca. Es un lugar bonito, lleno de vegetación, servicios y cercanía que permita al ser humano una vida de calidad.
¿Ciudades exóticas y amables de 15 minutos?
Una idea que está calando en las capitales de todo el mundo es la ciudad de 15 minutos. Esto cambia la ciudad de un centro denso con suburbios circundantes a una serie de centros dentro de los cuales hay tiendas y centros de entretenimiento. Ninguno de estos centros está a más de 15 minutos a pie o en bicicleta de donde vive la gente. Y muchas personas pueden vivir cerca de un centro.
La idea de la ciudad de 15 minutos proviene del académico colombiano Carlos Moreno, profesor de la Universidad de la Sorbona en París. Ya ha llamado la atención de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. En la capital francesa, los 60 km de carriles bici temporales abiertos en la ciudad durante la pandemia se están haciendo permanentes, con más carriles previstos para el futuro.
Sin embargo, la creación de ciudades exóticas de 15 minutos depende de una nueva infraestructura para permitir que las personas caminen y vayan en bicicleta de manera segura a sus destinos, y esto puede crear problemas.
«Un sistema complicado y de rápido movimiento en el que 70 millones de personas, al mismo tiempo, entienden, están de acuerdo y aceptan las reglas no va a suceder«, dice el Dr. Ian Walker, profesor de psicología ambiental en la Universidad de Surrey. «Es mucho mejor tener un sistema en el que no importa si estás de acuerdo con las reglas o no, pero sigue siendo seguro.
Ejemplos y objetivos
Un ejemplo extremo es que los peatones no pueden ir por la autopista, por lo que los conductores no pueden golpearlos. Puedes comenzar a hacer cosas como esa en las ciudades si tienes una infraestructura ciclista segregada, o mejor aún, una infraestructura de conducción segregada que mantiene a los conductores seguros fuera del camino de todos los demás.
Los objetivos futuros del plan de París se hacen eco de los sentimientos de Walker. Se están creando suficientes carriles bici segregados para que puedan utilizarse para la mayoría de los viajes en bicicleta de un kilómetro más o menos, mientras que los principales cruces que alimentan el tráfico hacia el centro desde el Boulevard Périphérique se están haciendo más seguros para los ciclistas procedentes de los suburbios.
También se espera que una gran cantidad de arcos metálicos para encadenar bicicletas durante el día aparezcan en las calles de la ciudad, junto con 50,000 espacios adicionales de estacionamiento para bicicletas en garajes y viviendas exteriores.
Una realidad
El concepto de ciudad de 15 minutos de Moreno ganó el Premio Obel 2021, un premio internacional para honrar las contribuciones arquitectónicas sobresalientes al desarrollo humano. El jurado del premio reconoció los beneficios del concepto de 15 minutos, emitiendo una declaración que decía: «La ciudad de 15 minutos es un concepto intuitivo y tiene la capacidad de ofrecer un cambio tangible en la vida de las personas. Por estas razones, ha demostrado ser fácil traducir en programas políticos y políticas que transforman las ciudades».
Y no es solo París. Ha habido interés en el concepto de 15 minutos y las ciudades exóticas y amables en todo el mundo, mientras que Moreno ha estado dando presentaciones sobre sus ideas en China. También han comenzado ensayos limitados en ciudades como Houston, Milán, Bruselas, Valencia, Chengdu y Melbourne. El C40 Cities, una red global de grandes ciudades comprometidas con la lucha contra el cambio climático, adoptó el marco de ciudades de 15 minutos en 2020 como parte de la agenda para una recuperación verde y justa.
El aire que respiras
La pandemia de COVID hizo que muchas personas apreciaran el aire libre más que nunca, descubriendo que el tiempo que pasaban en la naturaleza los relajaba y mejoraba su salud mental. Con personas incapaces de viajar largas distancias se, buscaron espacios verdes más cerca de casa, como jardines y el parque local. Desde entonces, ha habido crecientes movimientos para reforestar nuestras ciudades para que podamos continuar disfrutando de esta conexión con la naturaleza en los próximos años.
Los beneficios de estar entre la naturaleza en estas futuristas ciudades exóticas también están respaldados por la ciencia, con estudios que muestran un vínculo entre las mejoras en la salud mental y los espacios verdes cercanos. Según un ensayo de 2018 de 342 participantes en los Estados Unidos, los sentimientos de depresión disminuyeron en un 41.5% en aquellos que vivían cerca de solares vacíos de la ciudad que estaban «verdes» que un grupo de control que no lo hizo.
Dado que las ciudades son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, contribuyen en gran medida al cambio climático. Y con tantas construidos al nivel del mar, multiplicarán desproporcionadamente los efectos. Una inyección de verde en los espacios urbanos puede ayudar con la absorción de carbono, mejorar la calidad del aire y mitigar las inundaciones.
Con este fin, se están construyendo edificios altos en Singapur con jardines verticales a sus lados, mientras que las lecciones aprendidas de los nidos de termitas se están utilizando en Zimbabwe para diseñar edificios que se mantengan frescos sin aire acondicionado.
Obligados a no salir de casa
Verse obligados a quedarse en casa durante la pandemia llevó a muchas personas a darse cuenta de que les gustaba mucho el trabajo remoto. Después ya no estaban dispuestos a regresar a sus oficinas en el centro de la ciudad a tiempo completo. Esto ha tenido efectos en cadena, con tiendas que reciben menos clientes por ejemplo. Y propietarios que se preguntan si les compensa pagar un dineral por un local para su tienda del centro de la ciudad.
Entonces, ¿cómo podrían cambiar nuestros centros urbanos y convertirse en afables ciudades exóticas? Una idea es convertir el centro de la ciudad en un área más activa, dedicada a hacer en lugar de solo comprar. Eso significa un aumento en cafés, bares, restaurantes y cines.
Después de COVID, los mercados al aire libre se ven cada vez más como lugares seguros para comprar que los situados en interiores. Y proporcionar acceso público a Internet de alta velocidad en las calles comerciales podría alentar a los compradores a quedarse en un café y tal vez trabajar allí, en lugar de irse a casa después de comprar lo que necesitan.
También se han propuesto calles principales habilitadas digitalmente, que utilizarían sensores para monitorear el tráfico y los niveles de peatones. Así se podría predecir cuándo son los mejores momentos para perderse a las multitudes.
Lo que significa local en las futuras ciudades exóticas
Una palabra que surge mucho cuando se habla del futuro de las ciudades es ‘local’. La idea de hacer que los centros de las ciudades sean «más locales», alentando el regreso de las tiendas de alimentos que venden productos de origen local en lugar de cadenas de tiendas.
Las cadenas de tiendas ya estaban en declive antes de que llegara la pandemia, con una caída del 6% desde 2017. Un obstáculo para cambios como estos en las futuribles ciudades exóticas es la naturaleza humana. Estamos tan acostumbrados a que nuestras ciudades sean como son que no siempre podemos imaginar que sean diferentes, o mejores.
«Algunas personas lo llaman la hipótesis de causalidad inversa«, dice Walker. «Esto sugiere que, sea cual sea tu entorno, tiendes a pensar que es bueno. Tus actitudes tienden a ser moldeadas por el entorno más que al revés. Si su entorno hace que sea fácil caminar a las tiendas y hace que sea más difícil conducir, entonces puede quejarse al principio, porque a la gente no le gusta el cambio. Pero lo más probable es que unos meses después, lo haga, por lo tanto, le gustará«.
